San Andrés (sitio arqueológico)
San Andrés es un sitio maya prehispánico de El Salvador, cuya larga ocupación se inició alrededor del año 900 a. C. como un pueblo agrícola en el valle de Zapotitán del departamento de La Libertad. Este asentamiento temprano fue desocupado por el año 250 a causa de la enorme erupción de la caldera delLago de Ilopango, y fue nuevamente ocupado en el Siglo V, junto con muchos otros sitios del valle de Zapotitán. Entre 600 y 900 d. C. San Andrés fue la capital de un señorío maya con supremacía sobre los demás asentamientos del Valle.
El área residencial no ha sido tan estudiada. Las investigaciones y excavaciones en San Andrés se han hecho en el centro político-ceremonial y han revelado que, en un principio, estaba dividida en la Plaza Sur (donde estaban los gobernantes), y la Plaza Norte.
En el año 600 la Plaza Sur fue rellenada con adobe (dejando un túnel que conducía a la plaza original), y sobre ella se erigió la Acrópolis, en donde se encuentran las estructuras ceremoniales y políticas. En los extremos sur y oriente de dicha acrópolis se encuentran las pirámides o estructuras "1" (la pirámide principal), "2", "3" y "4"; en los extremos norte y poniente se encuentran una serie de cuartos en donde vivían los gobernantes (los últimos palacios de San Andrés), de los cuales dos han sido reconstruidos; al sur de la acrópolis de encuentra la estructura "7", otra estructura ceremonial.
En la Plaza Norte o Gran Plaza, se encuentra la pirámide o estructura "5" (llamada la Campana de San Andrés), la cual está unida con la Acrópolis a través de la estructura "6" (estructura que tiene forma de L). Alrededor de la estructura 5 están las estructuras donde se realizaba el comercio.
[editar]Comercio, abandono y descubrimiento
La arqueología demuestra que San Andrés tuvo fuertes contactos con Copán y Teotihuacán, y que recibió bienes comerciados desde lugares tan lejanos como los actuales territorios del Petén guatemalteco y Belice. San Andrés colapsó como centro político hacia finales del siglo IX. La última evidencia de actividad prehispánica en el sitio fue entre los años 900 y 1200 como sitio residencial, que consiste en una capa final con fragmentos de incensarios y cerámica pintada con escenas de sacrificio en estilo Mixteco-Puebla, los cuales pertenecen a una fase cultural nueva, denominada como Guazapa, relacionada con la ciudad prehispánica de Cihuatán.
Después de la conquista española, las ruinas de San Andrés se encontraban dentro de una hacienda colonial dedicada a la ganadería y la producción de añil (índigo). Asimismo, debido a la erupción de El Playón en 1658 d. C., el obraje de añil de la hacienda fue sepultado, aunque quedó conservado y casi intacto. En 1996, el Gobierno de El Salvador inauguró el Parque Arqueológico San Andrés, en donde el visitante puede recorrer pirámides, el obraje y el museo de sitio.
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TAZUMAL
La ciudad de Chalchuapa está ubicada en el departamento de Santa Ana, en El Salvador. Dentro de esta región se encuentra un conjunto de ruinas llamadas Tazumal, un sitio histórico de cuando El Salvador aún se llamaba el territorio de “Cuscatlán”.
Fueron varias las influencias que tuvo esta zona en otras épocas, por lo que es posible encontrar rastros de diferentes culturas como la Teotihuacana, la de Copán y la Tolteca, entre otras. La mezcla de estos rasgos culturales hicieron de esta región un territorio notablemente rico en expresiones artísticas y arquitectónicas.
Stanley Bogas fue el primer arqueólogo en llegar aquí. En 1942 comenzó con sus excavaciones que desenterraron los restos que quedaban de estas civilizaciones. Uno de los más notables resultados de su trabajo fue el descubrimiento de que la construcción de la ciudad de Chalchuaca conllevó a la destrucción de gran parte de los vestigios históricos del lugar.
El rastro más antiguo que se conoce en el Salvador data del 1500 a.C. Tazumal guarda ruinas de esta fase cultural y de otras trece que fueron cambiando de estilo a medida que se vieron influenciadas por otras culturas. La más nueva, la última, data del 900 d.C. A lo largo de estos años las experiencias fueron variadas pero quizá la más impactante fue la erupción del Lago de Llopango, que obligó a la reconstrucción entera de la ciudad.
El renacer de este núcleo cultural está fechado en el 350 d.C. Pero un siglo después se empezó a notar la clara influencia de Copán y Teotihuacán. Esto se puede ver hoy en los objetos y las construcciones encontradas en Tazumal.
A través de los estudios arqueológicos se pudo descubrir un hecho significante en las costumbres de esta cultura. Fue entre el 600 d.C y el 900 d.C. cuando apareció el Juego de Pelota. El sitio donde se jugaba pertenece a las ruinas, donde también se puede ver el resultado de la influencia Tolteca, también en esta misma época. Los últimos siglos de la población de Tazumal fueron los más productivos, ya que la mayor parte de las estructuras y edificaciones que se encuentran hoy en Tazumal provienen de este periodo. El último indicio de vida en esta región es del 1200 d.C., sin embargo, gracias al esmero de los arqueológos y a pesar de los 800 años que nos separan de ellos, hoy en día es posible seguir el rastro e imaginar cómo vivían los aniguos pobladores que hicieron de Tazumal el maravilloso y mítico lugar que es Tazumal.
Fueron varias las influencias que tuvo esta zona en otras épocas, por lo que es posible encontrar rastros de diferentes culturas como la Teotihuacana, la de Copán y la Tolteca, entre otras. La mezcla de estos rasgos culturales hicieron de esta región un territorio notablemente rico en expresiones artísticas y arquitectónicas.
Stanley Bogas fue el primer arqueólogo en llegar aquí. En 1942 comenzó con sus excavaciones que desenterraron los restos que quedaban de estas civilizaciones. Uno de los más notables resultados de su trabajo fue el descubrimiento de que la construcción de la ciudad de Chalchuaca conllevó a la destrucción de gran parte de los vestigios históricos del lugar.
El rastro más antiguo que se conoce en el Salvador data del 1500 a.C. Tazumal guarda ruinas de esta fase cultural y de otras trece que fueron cambiando de estilo a medida que se vieron influenciadas por otras culturas. La más nueva, la última, data del 900 d.C. A lo largo de estos años las experiencias fueron variadas pero quizá la más impactante fue la erupción del Lago de Llopango, que obligó a la reconstrucción entera de la ciudad.
El renacer de este núcleo cultural está fechado en el 350 d.C. Pero un siglo después se empezó a notar la clara influencia de Copán y Teotihuacán. Esto se puede ver hoy en los objetos y las construcciones encontradas en Tazumal.
A través de los estudios arqueológicos se pudo descubrir un hecho significante en las costumbres de esta cultura. Fue entre el 600 d.C y el 900 d.C. cuando apareció el Juego de Pelota. El sitio donde se jugaba pertenece a las ruinas, donde también se puede ver el resultado de la influencia Tolteca, también en esta misma época. Los últimos siglos de la población de Tazumal fueron los más productivos, ya que la mayor parte de las estructuras y edificaciones que se encuentran hoy en Tazumal provienen de este periodo. El último indicio de vida en esta región es del 1200 d.C., sin embargo, gracias al esmero de los arqueológos y a pesar de los 800 años que nos separan de ellos, hoy en día es posible seguir el rastro e imaginar cómo vivían los aniguos pobladores que hicieron de Tazumal el maravilloso y mítico lugar que es Tazumal.
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